Tengo
tus miradas tatuadas en mis ojeras
de
no-dormir sin despertarlas.
He
bebido océanos de miedos con tres o cuatro lunas,
y
en cada resaca
siempre
aparecía un tú
entrelazado
en mis versos,
un
porqué a todo este caos,
un
porqué no a esta jauría sin celdas
en
la que no puedo amanecer entre tus sueños;
ni
recorrerte las dudas de punta a punta,
de
sueño en sueño,
de
gemido en ombligo,
como
la histórica historia de la noria histérica
y
estéticamente estrellada que son tus suspiros
a
pie de orgasmo.
Punto
y aparte,
abrepiernas
suspensivo cierraparéntesis,
sigo
siendo el aprendiz barato de inepto,
intacto
sobreviviente al estallido de libertad,
de
nostalgia en las pupilas con maratón en tus inviernos;
he
bailado resacas en las que no estabas,
he
probado primaveras sin pétalos,
incluso
he mentido a mi sombra en eso de no mirar al cielo;
toda
la vida preguntándome el por qué de las respuestas
que
no supe decirte.
Y
sigo venciéndome,
acostumbrado
a este espacio barra tiempo
sin
un nosotros que nos acaricie las heridas,
que
nos lama la calma del miedo,
que
se ría de la espera vacía del infinito,
saboreando
cada calada del reloj
sin
tiempo para acostumbrarse a lo eterno.
Sigo
existiendo sin ser.
Sigo
sin seguir sintiendo la existencia
de
no ser capaz de volver a existir.
Sigo
sin seguir insistiendo.
Sigo
exigiendo existir.
Sigo
insistiendo en ser sentido.
Sigo.
Y
sigo.
Y
sigo.
Y
sigo.
Pero
tú no vuelves.
Me gusta lo que escribes y lo que narras. Además, has conseguido que sienta envidia de mi olvidada juventud, cuando aún escribía en trozos de cartón de tabaco y servilletas rotas (en definitiva cuando todavía escribía). Me has hecho remover recuerdos y buscar en algún pdf maldito aquellas pequeñas historias y pesados poemas de mi adolescencia tardía.
ResponderEliminarDe vez en cuando dejaré caer alguno en mi blog...
Gracias por ello, colega.
Muchas gracias, maestro. Al fin y al cabo, siempre queda algún cartón donde encontrarnos. Atento estaré para leer tus historias y vida hecha versos, o prosa. Gracias, de nuevo.
EliminarAunque el cartón sea digital y lo que arda sea la cpu, je je. Da recuerdos, si la ves, a la señorita Hermoso. Buen fin de curso.
ResponderEliminarYa se los dí, y estuvimos hablando de ti un ratito. Mañana vuelvo a decirle algo. Gracias, e igualmente.
Eliminar